Las profesiones liberales pueden ser ejercidas tanto en forma autónoma como en relación de dependencia.

Lo determinante para establecer si existe un vínculo laboral no es la tarea encomendada, sino cómo y en qué condiciones se efectúa. La nota excluyente es la existencia de subordinación efectiva de una parte respecto de la otra y la inserción o incorporación a una organización empresaria ajena.

Inclusive, en el caso de los trabajadores altamente calificados o especializados (por ejemplo, los profesionales universitarios), poco importan la ausencia de subordinación técnica o el nivel de ingresos, ya que lo relevante para que se encuentren alcanzados por las leyes laborales es el hecho de prestar su actividad profesional en forma personal, a cambio de una remuneración (que, incluso, puede ser variable), y bajo el riesgo económico de otro.

Ver también "Monotributistas" y "Especial para Profesionales".